lunes, 30 de julio de 2007

Compromisol, una idea refrescante

Trabajando en equipo en la línea de montaje de Compromisol
Un hombre iba lamentándose por la calle porque no tenía zapatos, pero, al volverse, descubrió a otro hombre que venía tras él que …no tenía pies. Historia tópica, pero real como la vida misma, pues como se suele decir vulgarmente, nos quejamos de vicio…

Leer más...


El caso es que vivimos en un tiempo de inmigración, una época de pateras. Quien no se ha paseado por el tercer mundo, tiene la ocasión de ver a personas necesitadas en sus propias calles… Y la opción inteligente y solidaria es no sólo ayudar a quienes vienen, jugándose la vida, sino también a quienes no vienen.
África es nuestro continente vecino, icono de las lacras de la guerra, el hambre y la pobreza.
¿Cómo es posible que suceda esto en nuestro mundo? Hay diversas razones históricas, políticas, educacionales, etcétera. Pero a nosotros, que vivimos en el llamado primer mundo, esta situación nos convoca, nos ofrece la oportunidad de colaborar. Hay quienes se quejan, se rasgan las vestiduras, teorizan… y hay quienes trabajan y se solidarizan, en la medida de sus posibilidades, que suelen ser más abundantes de lo que solemos pensar…
Una buena noticia en este campo es que la ONG Cooperación Social de Granada y de Málaga están promoviendo en varias ciudades de Andalucía la iniciativa de ayudar al centro de salud Walé, en Yamussukró (Costa de Marfil). Walé es un centro con escaso personal sanitario pero que atiende a cien marfileños cada día, en un país muy castigado por la guerra y que se sitúa entre los diez estados más pobres del planeta.
Walé ha puesto en marcha varios programas, como el de bebés, que contempla el seguimiento nutricional y de crecimiento de 5.000 bebés, el de salud escolar, que comprende el examen médico de 10.000 niños de escuelas rurales y la formación de maestros y padres en la prevención de enfermedades y primeros auxilios, y otros. Pero necesitan ayuda para llegar mejor a más personas.
Al conocer la labor de Walé, algunos, por influjo de Cooperación Social, se han ilusionado con levantar fondos para ampliar el centro y poder contratar más personal y atender a más pacientes; otros han buscado y buscan medicinas; otros han tenido la original idea de difundir cajas de Compromisol, un medicamento singular.

Compromisol es una caja de tamaño y apariencia de medicina, pero que en su interior, en lugar de pastillas, contiene caramelos. Se han difundido cientos de compromisoles entre alumnos de diversos colegios y se pretende extenderlos en farmacias y otros establecimientos, para ofrecer a muchas personas la oportunidad de ayudar a muchas personas de Costa de Marfil. El dinero –cada caja cuesta diez euros- obtenido con la venta de las cajas se destina íntegramente a medicinas.

Compromisol es una idea refrescante: un punto de llegada y de partida. De llegada porque ya se han enviado a Walé un buen cargamento de medicinas, y de partida porque permite una vía permanente de solidaridad.
La solidaridad no debe ser flor de un día. Es cierto que en Navidad y en otros momentos, a través de campañas, se incentiva nuestra preocupación afectiva y efectiva por personas necesitadas. Pero el verano, y cualquier día son buenas para destinar parte de nuestro tiempo y dinero en proyectos tan humanitarios como Walé.
Walé no sólo cura, que es muy importante, sino que trasmite a padres y educadores conocimientos para mejorar la salud, para prevenir enfermedades, para entender que al comienzo de los síntomas puede actuarse con más eficacia.
Compromisol nos invita al compromiso y la solidaridad.

No hay comentarios: