domingo, 29 de julio de 2007

Una intensa jornada de trabajo

Entre estas dos fotografías median ocho horas de trabajo.


Nos hemos reunido este sábado en casa de Esteban para fabricar 2000 cajas de Compromisol. Estaba preparada la cadena de trabajo. Y materiales abundantes.
Las cajas tienen tres componentes que señalaban las diferentes fases de la producción: a) La caja propiamente dichas, que viene cortada, con las dobleces señaladas y la impresión del texto, pero hay que doblarla y pegarla. b) El prospecto que hay que plegarlo adecuadamente para que quepa en la caja y muestre al abrirlo las partes más sugestivas. c) Los caramelos para rellenar la caja. Estuvimos entre la mañana y la tarde unas treinta persona, contando a los niños que también trabajaron duramente todo el día. La cadena de montaje corrió a cargo de Esteban, prestigioso ingeniero. El doblado de cajas lo hicieron Gonzalo y su novia, siguiendo el diseño de José Luis. José Luis fue también el fabricante de los elementos para el moldeado, que se demostraron eficacísimos. Peña, Elima y Merche plegaban el prospecto. Fran con María José y los hijos de Antonio adquirieron gran soltura con la pistola de silicona para pegar las cajas. Los niños dirigidos por Alfredo rellenaban las cajas. Juan, de dos años, disfrutó como nunca abriendo caramelos de todos los colores. Preguntaba si aquello era el cielo. A medio día surgió un problema, nos quedamos sin caramelos. Habíamos calculado que con 150 kg tendríamos suficiente. Fernando, de Alcampo, nos los regaló. Cuando llevábamos cerradas mil cajas, la mitad de las previstas, los caramelos se agotaron. Esteban, que es un hombre de recursos, llamó a Pepe, propietario de Almacenes Barragán. Inmediatamente se puso en marcha y nos proporcionó 110 kg más. Así terminamos la jornada y el trabajo.

No hay comentarios: